El fenómeno de la bioconstrucción se mantiene en sostenido auge desde hace varios años y ya son muchos los que eligen sumarse a este concepto. Por ello, te contamos en la siguiente nota los principales aspectos a tener en cuenta para sumarte al futuro de las construcciones ecológicas.
La bioconstrucción, la edificación de las futuras viviendas
Es un principio universal que todo evoluciona constantemente y la bioconstrucción hace su parte a través de las nuevas formas de edificar casas y edificios. Sin duda, los recursos de la tierra, la evolución tecnológica, los costos de los materiales y muchos otros factores, inciden en este tipo de cambios.
De esta forma, nace la idea de la bioconstrucción como una alternativa edilicia que se base en la protección y cuidado de la naturaleza. Asi mismo, su propuesta se basa en lograr un consumo consciente de los recursos utilizados para llevar adelante este tipo de proyectos y edificaciones.
Además, este estilo de construcción, pretende posicionarse como la forma de edificación por excelencia para frenar el impacto de la crisis medio ambiental del planeta. Sin duda, las alertas globales de escasez de recursos, agua, energía o alimentos incrementan la necesidad de promulgar estas edificaciones en futuras viviendas.
Por esto mismo, una de sus premisas es la consideración del cuidado medio ambiental, generando una manera holística e integral de realizar este tipo de obras. Indiscutiblemente, la bioconstrucción es una salida necesaria para la situación actual del mundo y la urgente búsqueda de una solución permanente y a largo plazo.
Como consecuencia de transformar las construcciones tradicionales, nace una forma de contemplar el entorno y sus necesidades medio ambientales a la hora de comenzar una obra. Ciertamente, la bioconstrucción cumple con todos los requisitos para ser una respuesta sólida y positiva para contrarrestar los daños ya ocasionados a la naturaleza.
Emprender el regreso al origen de la construcción
Mucho antes de comenzar a utilizar materiales más modernos para realizar estas obras, se utilizaban recursos naturales que no producían un daño para el medio ambiente. Especialmente se daba con elementos como la piedra, la madera o la tierra, siendo materiales cuya utilización no perjudicaban la salud de las personas.
Siguiendo con este mismo criterio, es importante comprender que este tipo de materiales son de alta calidad y permiten la construcción de grandes proyectos edilicios. De manera similar sucede con materiales como la cal aérea e hidráulica, el cemento y mortero, ladrillos cocidos, adobe, vidrio o arcilla entre múltiples otras opciones disponibles.
De hecho, aquellos materiales utilizados antiguamente para construir, son los mismos que actualmente ofrecen una solución a la afección medio ambiental que generan elementos más modernos. Por esto mismo, la propuesta de la bioconstrucción se basa en el regreso al origen de la actividad y recuperar la utilización de materiales saludables.
A diferencia de materiales más modernos como el hormigón o el acero, amianto o plomo, los elementos mencionados previamente, permiten la realización de construcciones eco-friendly. Por esto, se retomó un criterio de edificación que no produzca daños colaterales y consuma inconteniblemente los recursos de la tierra.

Los beneficios de sumarse a la bioconstrucción
Cabe destacar que este tipo de obras cuentan con importantes ventajas a considerar como la reducción del impacto medio ambiental o la utilización de fuentes renovables. También protege los recursos naturales, el estado y la calidad del agua y construcciones tradicionales con materiales que cuentan con ciclos de vida sostenibles.
En consecuencia, también permiten la edificación de ambientes internos libres de sustancias toxicas, reducción de la carga eléctrica y del consumo de energía. Sin embargo, para que un proyecto se realice bajo el criterio de la bioconstrucción, requiere indefectiblemente un análisis previo de la zona para realizar edificaciones.
Esencialmente, los estudios previos se basan en conocer las condiciones naturales del terreno, aspectos climáticos, los horarios de luz solar y el tipo de suelo. A partir de los datos revelados mediante este análisis, se realizan propuestas de construcción basadas específicamente en los materiales disponibles del territorio elegido.
Sobre todo, el propósito de la bioconstrucción es utilizar a su favor, condiciones climáticas y térmicas, priorizando y garantizando el mínimo impacto posible al planeta. De igual importancia, la utilización de materiales reciclables durante el proceso de construcción permite que todos los recursos utilizados puedan retornarse a la naturaleza.
Por otro lado, uno de los elementos más reutilizables que ofrece la bioconstrucción es el agua y su cualidad de recolectar y aprovechar las lluvias. Básicamente, estas obras son, por lejos, la mejor modalidad de construcción para vivir rodeado de naturaleza, íntegramente en unidad con sus ciclos, recursos y necesidades.
Especialmente en el caso del agua, podrás encontrar sistemas de riego y reciclaje que permitan regar la tierra, lavar la ropa o desagotar el baño. A pesar de la implementación de estas construcciones, el agua sigue siendo uno de los recursos naturales con mayor riesgo de escasez en el futuro.
Más recursos energéticos, menos recursos económicos
Otro de los claros beneficios de la bioconstrucción es la sinergia que se genera entre los recursos energéticos y la reducción del consumo de ellos. Por ello, estas obras aprovechan la luz natural del sol y utilizan técnicas edilicias para mantener los ambientes aislados tanto del frio como del calor.
Es más, estas obras buscan alcanzar una natural climatización de los espacios mediante el sol durante el invierno y el viento en temporada de verano. Además, utilizan recursos como lanas, fibras, corcho, paneles aislantes o barro cocido entre otras opciones para llevar delante de manera exitosa construcciones más conscientes.
De hecho, son construcciones que utilizan el viento, el agua de lluvias y el calor solar para consumir la menor cantidad posible de energía eléctrica. En particular, estas ventajas son visibles al momento de pagar las facturas de luz o gas ya que los importes a pagar son más bajos.
Seguidamente, otro beneficio de la bioconstrucción es la inafectabilidad de los materiales en las personas porque son recursos naturales que no atraviesan tratamientos de procesado. Por ende, las viviendas que se construyen con este criterio no generan ningún tipo de riesgo para los futuros habitantes o propietarios de las viviendas.

La esencia y el propósito de la bioconstrucción
Ciertamente, el gran objetivo de este tipo de construcciones se basa en alcanzar un armónico equilibrio entre la naturaleza, las viviendas y los seres humanos. Por esta razón, los factores a considerar son fundamentales para una buena implementación de este criterio edilicio y cumplir con su objetivo esencial y primordial.
Verdaderamente, son sumamente necesarios los estudios previamente mencionados como la gestión de energía, del suelo, del agua y del aire, el consumo y desarrollo local. Por esto mismo, es preciso que estas construcciones se realicen integralmente de forma natural y orgánica tanto a la zona y el paisaje del lugar.
Debido a este tipo de necesidades planteadas por la bioconstrucción, estas obras priorizan el cuidado del medio ambiente y la salud del ser humano. Por consiguiente, generan un impacto altamente positivo en el bienestar y calidad de vida de los futuros habitantes del lugar.
Por ello, este criterio se suma complementariamente con la realización de construcciones sostenibles o proyectos de arquitectura bioclimática, priorizando siempre las necesidades medio ambientales. No obstante, para saber más sobre bioconstrucción puedes conectarte con el equipo de Zuba que podrá asesorarte en todo lo que necesites.
 
                                                                                                                                 
             
                                
 
           
           
           
          
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